Aunque el título suene un poco chulesco, lo pongo así porque espero “NO” mejorar en las pocas o “MUCHAS” maratones que me queden este tiempo conseguido.
Las 3 horas 56 minutos y 50 segundos que estuve corriendo para completar los 42,50 kilómetros que hice, me las quedo para siempre como mi mejor marca mundial de todos los tiempos habidos y por haber.
Una vez explicado el título de la crónica paso a la crónica en sí para el blog del CD CHINGUAN.
Me planteo desde que terminé en diciembre 2018 la maratón de Valencia hacer el equivalente a lo que hace el gran Rafa Nadal en el tenis, salvando las distancias, que es hacer el “GRAN SLAM” con las 4 maratones más importantes de España, al haber corrido Barcelona y Valencia “SOLO” me faltaría por hacer Madrid y Sevilla.
Esta duda de qué próxima maratón correr la resuelvo al comentarme el metódico inventor de no salirse de la zona Luis altafit, al decirme un día de noviembre que varios altafites se han apuntado a hacer la maratón de Sevilla “POR HACER ALGO ESTE INVIERNO”; así que me espero al “BLACK FRIDAY” de noviembre, me compro unas zapas New Balance y me apunto a mi tercera maratón “SEVILLA 2020”.
A primeros de diciembre empiezan los entrenos con el gran Miguel altafit pasándonos semanalmente el cuadrante de las actividades a realizar cada día de la semana. Como me gusta ir “UN POCO” por libre lo que empiezo a hacer cada semana es repartir la carga semanal a mi manera, concentrando actividades de varios días en uno solo porque no puedo permitirme el lujo de ir al gimnasio un día por ejemplo a hacer solo media hora de elíptica.
Así por ejemplo un día hice y por este orden una clase de pilates, una hora de elíptica, una clase de spining terminando con unas series de aparatos de fuerza.
La semana de nochevieja cuando llegó el miércoles, yo ya llevaba hechas las actividades marcadas hasta el sábado para poder celebrar como se merece la nochevieja y el añonuevo.
Más o menos fui haciendo todo lo indicado aunque como digo a mi manera, cuestión aparte eran los ejercicios que mandaba de gimnasio: eso de splits con barra, sentadillas sobre bosu, prensa de piernas y otros palabros raros, como no entendía ni entiendo lo que era, lo que hacía era hacer algo de fuerza en las máquinas que había libres: yo hacía varias máquinas pero no me preguntéis que grupos musculares movía, sólo distingo entre máquinas de piernas y de brazos.
Por fín y después de varias semanas de entrenamiento y varias tiradas largas de hasta 32 kilómetros llegamos al fin de semana de la carrera.
El sábado anterior a la carrera quedamos los altafites y yo para recoger el dorsal y tomar unos macarrones energéticos en la feria del corredor. En la feria además vi a varios deportistas que admiro como el futbolista de mi Athletic Julio Salinas y los atletas Abel Antón, Fermín Cacho y Martín Fiz.
Después de comer nos despedimos y me fui a descansar un rato porque había que madrugar al día siguiente.
EL DIA D (23 febrero 2020). Me desperté a las 05.30 y desayuné como ya hice en la maratón de Valencia “LOS BONIATOS DE LA SUERTE” como los hemos bautizado mi amigo Javi Benegas y yo.
A las 07.00 me fui andando para el punto acordado donde nos íbamos a hacer la foto de grupo; al avisarme Alvaro altafit de que no llegaban a tiempo de la foto porque se habían equivocado de autobús me hice yo un par de fotos para la hemeroteca de mi club (C.D. CHINGUAN). Antes de salir veo a los altafites Darío y Rodri, y nos deseamos suerte.
Es espectacular y no puedo compararlo a ninguna otra cosa el formar parte y sentir el ambiente que hay una hora antes de empezar la maratón: gente trotando para evitar el frío, otros aplicándose vaselina, el olor a réflex, el ritual de atarse veinte veces las zapatillas, las fotos, andar entre los atletas, guardarse los geles en los bolsillos, conectar el reproductor de música, el garmin, el pulsómetro (que por cierto no me funcionó), ponerse el dorsal, colocarse en los cajones de salida, etc…
A las 8 y media se da la salida y al lío. La carrera tiene un recorrido muy llano y eso se nota ya que aunque intentaba no ir más rápido de 5 minutos y medio el kilómetro las piernas me llevaban a ir siempre unos 10 segundos más rápido de lo que yo quería, incluso llegué a ir un rato con el globo de las 3 horas 45 minutos. A los pocos kilómetros vi a mi hermana animarme y también me llegaron ánimos de una espectadora altafita, la superanimadora Patri (que bien sienta que te animen fuera de casa). En el kilómetro 20 se me fue la batería del reproductor de música por lo que pasé a correr sin música y aunque había animación en la carrera ésta no era comparable a la que había por ejemplo en Valencia.
La media la pasé como si nada y más o menos aguanté corriendo a buen ritmo hasta el kilómetro 32. A partir de ahí el empecé a bajar el ritmo de carrera y a pensar en cosas raras como parar de correr porque los kilómetros a partir de aquí se hacen “MUUUUUY LARGOS”. Para entretenerme durante esos últimos diez kilómetros empecé a pensar que iba haciendo la ruta que tenemos aprendida de memoria de tanto entrenar de “ALBACETE-VUELTA A LA PULGOSA-ALBACETE”, pero no avanzaba nada o eso me parecía a mí. Otra cosa que hacía era contar hasta sesenta para adelante y para atrás a ver si así se pasaba antes el tiempo pero nada. Por fín llegué al kilómetro 40 y vi a mi familia, mi hijo y mis sobrinos empezaron a correr unos metros conmigo hasta que uno que corría a mi lado y que también debía ir mal les dijo “NENE QUITAROS DE AHÍ”, pero bueno con ese ánimo llegué a la recta de meta y a la deseada alfombra azul pasando victorioso en el puesto seis mil y pico y con mi tiempazo.
En seguida ví que me encontraba físicamente mejor que al terminar las otras maratones. Me encontré a Alvaro que me contó los problemas que había tenido la segunda parte de la carrera. Después ya fui viendo al resto del grupo: Miguel, Patri, Luis, Manu, Dario y Rodri; a Eugenio no lo ví y aunque no terminó la carrera lo considero otro campeón más porque es otro que menuda fuerza de voluntad y sacrificio tiene.
Bueno por último decir que aunque quedé el seis mil y pico, le gané a campeones mundiales y olímpicos como Fermín Cacho y Abel Antón.
Hasta aquí la crónica de mi tercera y mejor maratón. La llegada a la meta compensa con creces los meses previos de sacrificio, por lo que desde ya empiezo a pensar en mi próximo maratón, que prepararé y correré, “A MI MANERA”.
Por José Ángel Sánchez Salinas (Señor Pachi).