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viernes, 8 de noviembre de 2013

RÓMULO, REMO Y ANA CHINGUAN


Coliseando

Anfiteatro Marcello

Con las Acero Sport entrañables


Al fondo la Basílica de San Pedro

Antes de empezar








La leyenda de Rómulo y Remo quedaba incompleta sin su versión runner por la Città Eterna. Y es que el pasado 1 de noviembre, con motivo de la festividad del día de Todos los Santos, se celebraba una carrera de 10,5 km en Roma.
En agosto, en plenas vacaciones estivales y, sin pensarlo mucho, me inscribí en LA CORSA DEI SANTI. Al día siguiente se unieron Marta y Mercedes del CA Acero Sport en nuestra primera aventura atlética fuera de nuestras fronteras.
El itinerario de la carrera era una auténtica maravilla para los sentidos. Empezaba en la plaza de San Pedro del Vaticano y continuaba por la Vía de la Consolazione, cruzaba il ponte Vittorio Emmanuele, dejaba el Castello de Santo Angelo a la izquieda y se continuaba hacia Piazza Venezia. Allí es la parte más bonita, pasas por el Coliseo, el Anfiteatro Marcelo, el Circo Máximo, Templo de Vesta, el Foro, el Palatino, etc. De ahí, se sube a las Basílicas de San Giuliani in Laterano y Santa Maria Maggiore. Una belleza para los sentidos conocer la Ciudad de las Siete Colinas corriendo. La única pega, los San Pietrini o adoquines del infierno. La pobre Marta se hizo un esguince de tobillo cuando miraba hacia atrás en mi busca, pues no iba muy entera. El calor se hizo notar, las cuestas y las birra alla spina de la noche anterior también.
La "Corsa" recibió a atletas de toda Italia. Casi 7.000 inscritos en la VI edición de esta carrera medio opusina, pues la organiza el Instituto Salesiano.
Al llegar a meta, también en San Pedro, vimos a mucho peregrino mirando hacia la ventana del Papá y decidimos quedarnos a "relojear". ¡Y vaya, si relojeamos!
A las 12 en punto, salió Don Francisco a dar el Angelus con un "Cari fratelli e sorelle". ¡Una maravilla! Además, tuvimos la suerte de que nos bendijo. Ahora sí que puedo correr en paz. Amén.


Ana







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