Querido Chinguanes, ha pasado una semana ya desde mi debut en Maratón. La distancia reina que siempre ha permanecido en la cabeza, que aguardaba ser asaltada cualquier día, cualquier año, para poder ser un Runner completo.
Una maratón es un pequeño mundo, reunido en un lugar y un día. Es una suma de matices, de colores, de sensaciones repartidas a lo largo de cada una de las 31000 almas que el domingo perseguían cumplir el más ansiado de sus sueños.
Como todas las grandes gestas, no era cosa de un día ni podía ser cosa de uno sólo. Siempre hay que tener un guía, un bastón en el que apoyarte, un reflejo en el que mirarte. Muchas tiradas largas, muchos entrenos a diferentes horas y muchos kilómetros y kilómetros.
Ha habido muchos momentos que compartir, muchos chinguanes me han acompañado para llegar hasta aquí. Pero sí había un Chinguan con el que compartir este momento, ese era el gran Juan Ángel. Ahí estábamos, no era el mejor sitio, no era el mejor maratón, ni era el mejor día...pero la épica se escribe con sudor, sangre y lágrimas.
Más amigos me han acompañado en esta aventura que ya pusimos fecha hace unos meses. Aquí, solo en Madrid, había que buscar algún runner con el que los kilómetros fuesen más llevaderos. Así, Marta y sus consejos, Tomás y su fuerza de voluntad, y Sebas y su experiencia han marcado la preparación de esta maratón.
El tiempo es lo de menos, de las 31000 personas que salieron conmigo de la plaza de Cibeles, yo era mi único rival, el único a batir y a la vez el único que me acompañaría durante toda la carrera como liebre y como lastre.
La carrera paso como una tirada larga, es como sí todos los deberes bien hechos te llevan a aprobar un examen de manera comoda. Hasta el km 27 todo paso como una tirada más, fue como ir en una nube, todo me sorprendió, me encontré muy bien y lleve el ritmo planeado como un reloj suizo.
Tuve mucha compañía durante la carrera, pero la más especial fue los últimos 10 km con un compañero de entrenos que término conmigo la prueba, ya había corrido la de Sevilla y sus últimos consejos en la parte final fueron claves.
Al final, la maratón, la épica, la gesta queda como una muesca más en la la culata deportiva. He de decir que me sorprendí a mi mismo, todas las dudas anteriores quedaron disipadas gracias a la confianza en uno mismo y en el trabajo bien hecho. Tal vez la mayor sorpresa fue que la prueba y la distancia, duras por sí mismas, no me resultaron tanto. Me encontré muy bien y disfrute de ello y con ello. Tras consultar las estadísticas, parece ser que hay más mito en esto del maratón que de realidad, más de 1800 atletas supere en 42km, la gente corre por muchos motivos, pero también hay muchos motivos por lo que la gente no debería correr. Lío en los cajones, gente que se para y nada desde casi el principio y lo hace por el centro de las
Calles...no se, viví lo bueno y lo malo, disfrute y llore como un niño al cruzar la meta...todo en uno. Un maratón es un mundo en todos los sentidos!!!
¡¡Feliz, un paso más, otra a la saca...hay que tener cuidado con lo que se sueña, porque a veces, los sueños se hacen realidad!!!
¡¡Feliz, un paso más, otra a la saca...hay que tener cuidado con lo que se sueña, porque a veces, los sueños se hacen realidad!!!
Os dejo el vídeo que Juan Ángel y yo fuimos viendo de camino a la salida. No he dejado de verlo durante el invierno, antes de las largas tiradas sólo algunos domingos, todo lo que dice es real...
..."Para poder realizar cualquier gran gesta, siempre hay que dar un primer paso..."
Ánimo Chinguanes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario