La
equipación
El calzado ideal debe ser estable, debe ser flexible, debe absorber bien el impacto, debe tener una horma adecuada que se adapte perfectamente al pie, debe estar dotado con un buen contrafuerte que envuelva perfectamente el talón, debe tener una buena ventilación (evitar las zapatillas de cuero), con un peso medio (evitar las zapatillas excesivamente ligeras, son para corredores experimentados y de poco peso) y que no sean excesivamente caras. La importancia de las zapatillas en el corredor es total. El calzado os dará la estabilidad y la amortiguación necesarias para correr sin problemas, siempre que lo elijáis bien. Sobre superficies duras el pie no flexiona con naturalidad, lo que provoca mayores tensiones y sobrecargas en las piernas, y un prematuro agotamiento muscular. Si pensáis correr u maratón y realizar tres horas o más, os aconsejo que corráis con el mismo modelo con el que habéis entrenado. Evitaréis molestias, rozaduras y dolores que pueden truncar vuestras aspiraciones. No estrenar nunca las zapatillas en las competiciones, pues lo más probable es que provoquen ampollas y rozaduras. Lo ideal es usarlas varios días antes para adaptarlas perfectamente al pie, como mínimo una semana.
Lo más importante de la vestimenta en un maratoniano
es que sea cómoda y no provoque rozaduras. Como en el caso de las zapatillas no
es aconsejable estrenar la ropa en la competición, lo mejor es probarla antes
entrenando. Si entrenáis o competís en un lugar con mucho calor lo más
aconsejable son las equipaciones claras o blancas (por lo menos las camisetas,
pues tienen mayor superficie de exposición al sol). Los colores blancos
reflejan los rayos solares y evitan que os recalentéis más y por tanto
que gastéis más energía en el proceso de bajada de la temperatura corporal, en una distancia tan larga puede
suponer mucho tiempo perdido. La última prenda que queda son los calcetines,
estos deben ser finos, cortos, de hilo o coolmax y sin costuras. Esta es la
prenda que más tenéis que cuidar, pues una simple rozadura en el pie puede
obligaros a retiraros. Es muy importante untar los dedos, el puente y el talón
del pie con vaselina antes de calzar el calcetín, este debe ajustar
perfectamente, no debe quedar ninguna doblez, ni holgura que pueda provocarla,
antes de calzar la zapatilla. El calzado ideal debe ser estable, debe ser flexible, debe absorber bien el impacto, debe tener una horma adecuada que se adapte perfectamente al pie, debe estar dotado con un buen contrafuerte que envuelva perfectamente el talón, debe tener una buena ventilación (evitar las zapatillas de cuero), con un peso medio (evitar las zapatillas excesivamente ligeras, son para corredores experimentados y de poco peso) y que no sean excesivamente caras. La importancia de las zapatillas en el corredor es total. El calzado os dará la estabilidad y la amortiguación necesarias para correr sin problemas, siempre que lo elijáis bien. Sobre superficies duras el pie no flexiona con naturalidad, lo que provoca mayores tensiones y sobrecargas en las piernas, y un prematuro agotamiento muscular. Si pensáis correr u maratón y realizar tres horas o más, os aconsejo que corráis con el mismo modelo con el que habéis entrenado. Evitaréis molestias, rozaduras y dolores que pueden truncar vuestras aspiraciones. No estrenar nunca las zapatillas en las competiciones, pues lo más probable es que provoquen ampollas y rozaduras. Lo ideal es usarlas varios días antes para adaptarlas perfectamente al pie, como mínimo una semana.
Un truco que os ayudará a endurecer los pies es sumergirlos en agua muy caliente, con sal y vinagre, durante veinte minutos. Lo ideal es repetirlo varios días durante las semanas previas al maratón, o por lo menos durante la última semana.

No tenía ni idea de lo de los pies con vinagre y agua caliente, pero lo voy a probar a ver si se me quitan las ampollas y durezas varias...
ResponderEliminar