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domingo, 22 de octubre de 2017

LA PIEL QUE HABITO

7:00 am vuelve a sonar la alarma de mi iPhone. No me lo puedo creer, otro día más de madrugón para hacer kilómetros. Me levanto tropezándome con montones de almohadas apiladas en el suelo y zapatos desorganizados. Me voy al wc. Me cambio rápidamente y me pongo mi outfit Gofioplus. Estas tiradas me están sirviendo para poner a prueba la ropa del maratón y, hasta ahora, los shorts del equipo me resultan los más cómodos. Preparo un perol de café y desayuno un tazón de muesli con plátano y un zumo con cuatro naranjas. Lo de las naranjas y las tiradas largas ha sido un epic fail. Demasiada fibra y vitamina C, pero como tengo las defensas algo bajas no quiero arriesgarme a caer enferma. Me recreo en el peinado. Últimamente, tengo el pelo tan largo que se me enreda en todas las tiradas largas. Así que estoy probando a recogerlo en un moño alto aderezado con un lazo rojo. Me echo bien de vaselina en los pies y me pongo mis nuevos calcetines de sporcks. Han sido todo un acierto. Además de ser súper monos, llevan protección en los dedetes y en el talón y parece que me duelen menos las uñas con ellos.
Quedamos a las 8:30 en Filípides, Lucía y Carmen Cañizares. Carmen es una máquina de mujer y de runner. Siempre tiene una sonrisa y una palabra de ánimo. Ha hecho maratones de asfalto míticas como Atenas y Berlín y nacionales como Valencia, San Sebastián y Madrid. Sin embargo, donde realmente disfruta es en la montaña. Carmen fue la "locática" que me convenció para hacer mi primera travesía de montaña en Caravaca que tanto sufrí y terminé gracias a ella.
Salimos a ritmo cómodo en dirección a Tinajeros. Carmen nos controlaba el ritmo, puesto que Lucía y yo somos "cabras locas" y cambiamos de ritmo sin darnos cuenta y eso es mal para maratón.
Sobre el km 10, me tomé un gel de 226ers y me sentó genial. Sin rastro de cansancio ni fatiga de los 12 km previos que hice a mediodía el viernes. Sobre el 13,5 decidimos dar la vuelta. Aún sigo sin llegar a ver el poblado ...
La verdad es que no noté nada de cansancio durante los 27 km. Gracias a Carmen nos controlamos todo el tiempo y llegamos al 27 bastante frescas. Además, se nota el "frilor" otoñal que ayuda a correr sin necesidad de tomar tanto líquido.
En definitiva, que cada día con cada entrenamiento, sobre todo, tiradas largas, me sorprendo de mi fortaleza física.
Hace algunos años, me quejaba de mi barrigota poco plana, de mis muslos de jamón de Trévelez, de mis brazos flácidos y, ahora, alucino con lo que están aguantando. A día de hoy, sigo sin dolores ni lesiones, "soy manchega, me recupero pronto". Mis jamones de Trévelez están haciendo cada vez más y mejores entrenamientos. Me siento fuerte y orgullosa de la piel que habito. Sí, ya sé que tengo pecas y lunares, que hay zonas con flacidez y algo de celulitis, pero no me importa porque sé que tengo un cuerpo sano y fuerte. Y, al fin y al cabo, esto va de sentirse así: orgulloso de tener un cuerpo sano que te permite disfrutar de la vida.
Súper Cañizares y Luci

Km 13,5 llegando a Tinajeros

Calcetines SPORCKS todo un descubrimiento

Mi Garmin y sus 27 km


Ana Mora a.k.a @anaojete1

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